El Proyecto Educación para la Niñez y Juventud crea espacios de aprendizaje seguros para mantener a los estudiantes en la escuela y alejados del crimen y la violencia. Desde 2013, el proyecto ha llegado a 677 escuelas en 25 municipios con altos índices de violencia que se encuentran bajo el plan nacional de seguridad, con lo que se ha beneficiado a más de 100,000 estudiantes.

El Proyecto Educación para la Niñez y Juventud ayuda a reducir las brechas educativas en El Salvador al aumentar las oportunidades para los estudiantes de 4º a 9º grado, en situación de vulnerabilidad, y para niños y jóvenes fuera del sistema escolar, de entre 9 y 24 años de edad, que viven en municipios con altos índices de violencia. USAID ayuda a crear comunidades más seguras al preparar a los jóvenes en actividades productivas como alternativa a las actividades criminales de las pandillas o la migración irregular.

Específicamente, este proyecto de USAID apoya la calidad de la educación básica para mejorar la transición de los estudiantes hacia la educación secundaria, el desarrollo de los docentes y la prevención de la violencia en los centros escolares públicos. El proyecto ayuda a mejorar los resultados educativos con la expansión del modelo de Escuela Inclusiva de Tiempo Pleno del Ministerio de Educación (MINED), que ofrece a los estudiantes actividades extracurriculares y tutorías para promover un ambiente de aprendizaje seguro, acceso equitativo a la educación y una mayor participación de la comunidad en el aprendizaje de los estudiantes.

A través de la capacitación docente, USAID promueve metodologías de enseñanza interactivas y relevantes aplicadas al lenguaje, las matemáticas y la ciencia para mantener a los niños comprometidos y mejorar sus resultados académicos. En los niveles de 4º a 6º grado, USAID implementa intervenciones piloto encaminadas a mejorar la lectura. Además, los docentes se capacitan en arte, cultura, tecnología, promoción de la lectura, robótica educativa y educación familiar. El proyecto también ayuda a los docentes a identificar a estudiantes en riesgo de abandonar la escuela y a desarrollar actividades educativas para aumentar la retención y la finalización de grado. Los talleres sobre resolución de conflictos y acoso escolar contribuyen a mejorar la convivencia en las escuelas.

En coordinación con el MINED, el proyecto apoya la investigación y estudios relacionados con la deserción, la migración y otros temas específicos. Además, el proyecto ha estado involucrado en el desarrollo y la publicación de la política nacional de convivencia escolar y las iniciativas en apoyo a los programas de modalidad flexible.

Todas estas iniciativas conducen a la construcción de entornos de aprendizaje seguros y una enseñanza de calidad para promover la retención escolar.

Otro componente del proyecto ha ayudado a aproximadamente 23,000 jóvenes que no asisten a la escuela a regresar a clases formales u obtener un diploma equivalente en clases especiales de fin de semana. El proyecto también proporciona capacitación técnica y vocacional para que los estudiantes tengan acceso a ofertas laborales en sus localidades.