El Proyecto “Educar y Convivir” es una Alianza Global para el Desarrollo (asocio público-privado) con la Fundación Empresarial para el Desarrollo Educativo (FEPADE) que aprovecha el apoyo del sector privado para generar escuelas y comunidades seguras, prevenir la violencia y reducir la migración ilegal a los Estados Unidos.

USAID y FEPADE, junto a socios de la empresa privada, ayudan a las escuelas públicas y sus comunidades aledañas a reducir la violencia en los municipios más vulnerables del país, al modificar actitudes y desarrollar las habilidades de los educadores (familias y maestros) para promover cambios de comportamiento positivos y mejorar la calidad de vida en las comunidades.

El proyecto ayuda a transformar las escuelas en centros integrales para la prevención de la violencia dentro de la comunidad. Para lograr esto, se fortalece la capacidad de las comunidades educativas para prevenir la violencia y mejorar la armonía y el bienestar a través de la generación de alianzas público-privadas.

Estas actividades mejoran la calidad de la educación y promueven la participación de la comunidad para motivar a los estudiantes a permanecer en la escuela. Los maestros y padres trabajan juntos para educar a los niños y jóvenes para ser líderes positivos que saben cómo convivir en paz, sin utilizar la violencia para resolver sus problemas.

Para lograrlo, el proyecto crea "corredores educativos" que incluyen a las escuelas y las comunidades donde éstas se ubican para promover la participación de todos en la educación y posicionar a las escuelas como centros comunitarios. La estrategia de los corredores educativos impacta la calidad de la educación en el área de las escuelas seleccionadas, al trabajar con escuelas vecinas y las comunidades a las que atienden. Esta estrategia no solo crea sinergias entre las escuelas y su personal, sino que también fortalece su capacidad para convertirse en centros fuertes y resistentes que protejan a los niños y jóvenes contra la violencia y ayuden a cambiar las conductas violentas.

A través de los corredores educativos, el proyecto espera alcanzar al menos 100 escuelas y 150 comunidades, lo que beneficiará a 20,000 estudiantes y 45,000 miembros de la comunidad en lugares alto índice de delincuencia y alta migración ilegal hacia Estados Unidos.

El proyecto proporciona capacitación docente, equipo y mobiliario para escuelas, actividades extracurriculares, capacitación de liderazgo juvenil y fortalecimiento de los valores y la armonía comunitaria.

La participación del sector privado de El Salvador es un factor clave para maximizar los recursos para las escuelas. Ésta se centrará principalmente en proporcionar contribuciones en efectivo y en especie para otorgar becas a estudiantes de alto rendimiento en escuelas seleccionadas; adquisición de equipos y mobiliario para escuelas y espacios comunitarios; realizar actividades de formación y convivencia; y mejorar o construir nuevas infraestructuras.